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EL SACERDOTE Y LOS MOVIMIENTOS

Mc. 9, 39-40 Los Sacerdotes deben tener conciencia clara de que el Espíritu Santo sopla constantemente en la Iglesia. Muchas congregaciones religiosas y muchos movimientos han surgido como respuesta a las grandes necesidades de la iglesia en un momento de su historia. Su origen es misterioso y, a veces, parece fortuito. Dios siempre está preocupado de que su Mensaje de amor llegue a todos los hombres de todos los tiempos. La Iglesia observa con calma cómo se van dando estas nuevas realidades. No tiene ningún apuro. Ella sabe muy bien que es guiada por el Espíritu Santo. El Sacerdote debe tener mucho cuidado de no actuar contra su voluntad. El ideal es que el sacerdote conozca por dentro la mayor cantidad de estos apostolados que han surgido en la Iglesia. Debe hacerlo con un espíritu de sencillez y de humildad. No debe actuar con prejuicios tomados de antemano. Hay muchos apostolados excelentes donde se ve claramente la mano de Dios. No debe tomar una posición crítica y de aversión a algo que no conoce realmente o que solamente conoce por referencias. Debe acercarse a la gente con mucha humildad para descubrir la mano misteriosa de Dios. Debe apoyarlos directa o indirectamente. Todos los apostolados necesitan el apoyo y el aliento de su pastor. Cada movimiento tiene su espíritu propio que debe ser conocido y respetado por el Sacerdote. Los laicos necesitan ser orientados, alentados, guiados y también criticados en forma positiva para que realicen mejor su compromiso con el Señor de trabajar en su viña. Necesitan su cariño, su asesoría y su amistad. El rechazo a priori es tremendamente doloroso para todos aquellos que trabajan con entusiasmo y generosidad en algo que consideran que es la voluntad de Dios. El Espíritu Santo no le pide permiso al sacerdote para actuar en su Iglesia. Si el sacerdote tiene dudas sobre algún apostolado o movimiento, acoda a su Obispo y pídale una palabra de orientación. Muchos laicos se sienten tristemente rechazados por sus propios pastores que deben guiarlos y alimentarlos con los mejores pastos del Evangelio.

«El Sacerdote y los Movimientos». Libro Hermano Sacerdote. P. Eduardo Villagrán Vásquez. C.SS.R.