Tras reiterar la necesidad de ser Iglesia en salida, el Papa alentó: “¡Vayan, no tengan miedo! Los jóvenes tienen la fuerza de la inquietud, del inconformismo —sean inconformistas—, hagan lío, no dejen que la historia se escriba fuera, mientras miran por la ventana, ‘no balconeen la vida’, pónganse las zapatillas, salgan, con la camiseta de Cristo y juéguense por sus ideales”.
El Papa Francisco ofreció un especial consejo a los jóvenes para que sean capaces de asumir la tarea de renovar la historia, en un videomensaje enviado al II Encuentro Nacional de Juventud que se realiza del 25 al 27 de mayo en la ciudad de Rosario en Argentina. El Santo Padre explicó que, para poder renovar la historia y construir la civilización del amor, es necesario estar con Jesús, “ir a su encuentro en la oración, en la Palabra, en los sacramentos. Dedicarle tiempo, hacer silencio para oír su voz. ¿Vos sabés hacer silencio en tu corazón para escuchar la voz de Jesús? No es fácil. Probá”. Para encontrarse con el Señor, aconsejó el Papa, es necesario portar y leer la Palabra de Dios, por lo menos dos minutos diariamente. “Les pregunto: ¿Cuántos de ustedes leen dos minutos el Evangelio en el día? ¡Dos minutos, eh! Tenés un Evangelio chiquito, lo llevás en el bolsillo, en la cartera… Mientras vas en el bus, mientras vas en el subte, en el tren o te parás y te sentás en tu casa, lo abrís y leés dos minutos. Probá. Y vas a ver cómo te cambia la vida. ¿Por qué? Porque te encontrás con Jesús. Te encontrás con la Palabra”. El Papa comentó luego que es posible que uno ande por la vida triste, herido o “bajoneado”, pero eso no impide el encuentro con Cristo: “Parece que ya no podés más, que las contradicciones son más fuertes de todo lo positivo, de toda la polenta que vos le quieras poner, que no ves la luz al final del túnel”. “Pero cuando te encontrás con Jesús –es una gracia– el buen samaritano que se acerca a ayudarte, ese Jesús, todo se renueva, vos te renovás y podés con Jesús renovar la historia. ‘Eh padre no exagere, cómo vamos a renovar la historia’. Podés renovar la historia. La renovó una chica de dieciséis años que en Nazaret dijo ‘sí’. Podés renovar la historia”. El Pontífice destacó también que cada joven debe acercarse a los demás buscando ayudar y sanar como el buen samaritano. “El buen samaritano es Cristo que se acerca al pobre, al que lo necesita. El buen samaritano también sos vos cuando, como Cristo, te acercás al que está a tu lado, y en él sabés descubrir el rostro de Cristo. Es un camino de amor y misericordia: Jesús nos encuentra, nos sana, nos envía a sanar a otros”. Francisco subrayó luego que este camino no se puede hacer solo, se tiene que hacer en el pueblo de Dios que es la Iglesia. “El pueblo de Dios es la Iglesia, con toda la gente de buena voluntad, con sus chicos, sus grandes, sus enfermos, sus sanos, sus pecadores ¡que somos todos! Con Jesús, la Virgen, los Santos que nos acompañan”. El Santo Padre recordó que en octubre de este año se realizará el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes y los alentó a “ser partícipes, protagonistas desde el corazón de este acontecimiento eclesial tan importante. No se queden al margen, comprométanse, digan lo que piensan. El Papa quiere escucharlos”. Tras reiterar la necesidad de ser Iglesia en salida, el Papa alentó: “¡Vayan, no tengan miedo! Los jóvenes tienen la fuerza de la inquietud, del inconformismo —sean inconformistas—, hagan lío, no dejen que la historia se escriba fuera, mientras miran por la ventana, ‘no balconeen la vida’, pónganse las zapatillas, salgan, con la camiseta de Cristo y juéguense por sus ideales”. Luego de asegurar que María es modelo del joven cristianos, el Pontífice hizo votos para que “Jesús los bendiga y que la Virgen Santa los cuide a ustedes, a sus familias, a sus comunidades. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí, para que sepa transmitir las raíces a las nuevas generaciones que las harán florecer en el futuro. Y esos son ustedes. ¡Gracias!” Fuente: ACI Prensa