En el camino vocacional, en.la mismísima decisión, se llega a un momento crucial, en el cual el hombre pone en juego su libertad, pero también su futuro, a través de lo que es la «opción fundamental» .
Cuando el hombre hace su opción fundamental, compromete la esencia misma de su «ser hombre», porque le quiere dar un sentido a su existencia según su manera de interpretarse a sí mismo, a los otros y a Dios.
Cuando Dios llama, exige en la respuesta una opción fundamental, ya que no compromete durante unos días o unos años, sino para toda nuestra existencia. No se refiere su llamado a uno o varios aspectos de nuestra persona, sino a nuestra vida entera, en s globalidad.
Al concretarse la opción fundamental, se decide de una vez el proyecto vital en sus grandes razones, puesto que se toma una decisión que determina y condiciona todas las restantes deducciones que se toma en el futuro.
La respuesta positiva al llamado de Dios, hace que el proyecto personal coincida con el proyecto de Dios sobre uno. Esto garantiza la realización, la felicidad.
Fuente: Dios me llamó, Padre Ricardo E. Facci